En
estos días, todos ponemos nuestra atención en aquello que ocurrió en un
sencillo portal hace ya más de 2000 años y que cambió para siempre el rumbo de
la historia: “El nacimiento de JESÚS, el hijo de DIOS”
Desde
entonces hasta hoy, los hombres, no hemos dejado de buscar en Jesús un modelo
que nos ayudase a lograr la paz y la felicidad que todos queremos y
necesitamos.
Esto
es lo que celebramos hoy: desde los tiempos de Jesús hasta el presente la
humanidad ha tratado de buscar siempre la misma “PAZ”. Una Paz que
llevemos nosotros dentro y que podamos transmitirle a todos los que nos rodean,
nuestro prójimo.
Nosotros
como scouts, que vivimos en un mundo que necesita cambiar muchas cosas, creemos
que es nuestro deber hace cuanto de nosotros dependa para que esto suceda. No
podemos quedarnos con los brazos cruzados. Nuestra pertenencia al Centenario
Movimiento que tiene entre sus ideales hacer de este mundo un lugar mejor para
vivir, necesita que juguemos un papel activo en nuestra sociedad.
Por
eso queremos realizar hoy este sencillo, pero emocionante signo: la Luz de
la Paz de Belén, recogida por un niño de Austria en la gruta que vio nacer
a Jesús, Luz del mundo, traída desde allí y compartida con otros muchos
países para celebrar un sueño común con todos, La Paz. Los scouts nos
comprometernos a seguir trabajando en la difícil tarea de transformar el mundo,
dentro del diálogo, la comprensión y el respeto a través de nuestro servicio.
Siempre Listos.
Baden
Powell, fundador del movimiento scout, decía: “La Paz nunca podrá ser
garantizada por intereses comerciales, alianzas militares, o por tratados entre
países, la única manera de lograrla es que el espíritu de Paz habite en el
corazón de la gente”
La
Luz de la Paz de Belén no se puede quedar sólo en una sencilla llama, en un
simple simbolismo. Porque cada vez que transmitimos un poco de alegría, un rayo
de esperanza, cada vez que mostramos solidaridad con nuestros hermanos,
logramos que sea Navidad.
Así
pues, esperamos que al transmitir esta Luz nos llevemos también en el corazón
la esperanza, el deseo y la voluntad de trabajar por un mundo mejor, un mundo
lleno de LUZ y de PAZ.
Hoy,
después de unos meses de tensión y de conflictos armados creemos y deseamos que
la paz sea una realidad.
Por
esto, se invita a los Estados, las diferentes religiones, las organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales, las comunidades científicas y del
mundo y también a todas las personas a:
1.
Contribuir a la construcción de una nueva visión de la paz, desarrollando una
cultura de la paz sobre la base de los valores universales del respeto a la
vida, la libertad, la justicia, la solidaridad, la tolerancia, los derechos del
hombre y la igualdad entre hombres y mujeres.
2.
Reforzar la conciencia del destino común de la humanidad, de manera que se
favorezcan las relaciones entre los seres humanos, así como también la relación
harmoniosa entre la humanidad y la naturaleza.
3.
Incluir en todos los programas educativos de manera permanente, elementos
relativos a la paz y a los derechos del hombre.
4.
Formar en el respeto y el conocimiento de las grandes religiones, evitando
fundamentalismos, aceptando las diferencias del otro y facilitando que sean una
buena tierra donde puede enraizar una cultura de amor y la paz.
5.
Potenciar una acción concertada de ámbito internacional para gestionar y
proteger el medio ambiente y conseguir que las actividades realizadas bajo la
autoridad o el control de un Estado, sea cual sea, no perjudique ni la calidad
del medio ambiente de otros Estados, ni la biosfera.
Texto redactado por Jennifer Mojarro Castilla
Fuentes: José Ángel Delicado Beltrán
Manifiesto de la Luz de la Paz de Belén. (Responsable de Recimiento)
Texto redactado por Jennifer Mojarro Castilla
Fuentes: José Ángel Delicado Beltrán
Manifiesto de la Luz de la Paz de Belén. (Responsable de Recimiento)
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